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C.P. de CONCENTRACIÓN MENTAL de ERNEST WOOD








LIBRO: CURSO PRÁCTICO DE CONCENTRACIÓN MENTAL DE E. WOOD





(1883 - 1965)  teósofo. Algunos de sus pensamientos :




- Si piensas en algo con dependencia, hay un motivo de curiosidad, o placer, o éxito, y aunque lo que estás pensando te ayudará para satisfacerlo, siempre estarás en esclavitud. No hay daño en esto, pero el samadhi superior, sin estos motivos, es mucho mejor.



- El hombre verdadero tiene la capacidad para ser un puro espectador, completamente inafectado. Es sólo en esa forma que podemos verdaderamente ver. Cualquier otra manera de ver, afectaría lo que es visto. Y entonces, al mirarlo, afectado de esa forma, sería erróneo.



- Fundamentalmente nosotros no queremos tener ni hacer; nosotros solamente queremos ser, y usamos el tener y el hacer para ese propósito. Además, nuestra voluntad para ser no está contenta con nada; ella busca su meta más allá de los límites fastidiosos del tener y el hacer. El hombre no estará realmente feliz hasta que sea conscientemente uno con Dios, y comparta la libertad de esa única Realidad.



- Saber no es pensar. El saber comienza cuando el pensar cesa y termina su trabajo. Cada conocimiento nuevo es un deleite, porque es una experiencia nueva de la unidad.



- Es necesario realizar que el cuerpo no es consciente, sino que nosotros estamos conscientes del cuerpo, y también, que la mente no es consciente, sino que nosotros somos consciente de ella.



- Al igual que uno no necesita buscar fuera de uno mismo la luz, igualmente, uno no necesita buscar fuera de su propia existencia personal pequeña, una oportunidad mayor y sin limites. Con esta realización llega la muerte final del egoísmo, del odio, del fanatismo, de la satisfacción propia, y de la estupidez.



- La infelicidad es el resultado de la aceptación del hombre al servilismo debido a la condición baja de su propia mente.



- Ningún conocimiento acerca de las cosas simples hace a nadie reflexivo; es sólo el conocimiento del valor de las cosas para el ser viviente, o el uso propio de las cosas por los seres humanos y para ellos, lo que constituye la sabiduría. La sabiduría llega cuando hay igualmente corazón y mente; cuando hay sensitividad para la vida, y preocupación para cómo la vida será afectada.



- La armonía es la entrada de Dios en la mente, para que la mente actúe en obediencia a la ley que está por encima de la mente – y esa ley es la unidad.


- Cuando el yo gana su independencia de su propia locura y estupidez – porque nadie lo está dirigiendo – todo llega a ser claro, y el tiempo y el espacio, que son productos de la acción y el pensamiento, y son parte del sueño, desaparecerán.